Siempre que hablamos del pasado hay una canción con el que se le relaciona, bien sea porque la bailamos y la escuchamos a mas no poder o por ambas cosas.
Desde que recuerdo siempre me ha gustado el pasodoble, Se le considera un baile sobrio y elegante, aunque en la pubertad lo que menos me importaba era bailar con elegancia y sobriedad.
Recuerdo con mucho cariño un pasodoble en especial: el que cantaba la orquesta Billos Caracas Boys, llamado ni se compra ni se vende...aún me emociona.
Con el recuerdo como aditamento he realizado este broche. A continuación las instrucciones para realizarlo:
- Cortar 5 círculos de 6 cm.
- Pasar el borde de los círculos por la llama de una vela.
- Doblarlos por la mitad y luego desde el centro del círculo doblado, doblar nuevamente hacía la derecha.
- Coser los círculos doblados con un punto un poco mas arriba del centro (esto para que no se abran)
- Cortar una base de 4 cm
- Coser a la base los círculos doblados.
- En el centro coser unos abalorios.
- Finalmente encolar sobre una base metálica.
Las cosas que nos hacen bien deben tener una continuidad y por eso me fui a un maravilloso, acogedor y bien atendido establecimiento a comprarme unas castañuelas. Cuando me preguntan si la quería para regalo, sin dudarlo y con una felicidad propia de alguien con una ilusión pospuesta por el tiempo le dije !claro que sí, me las regalo yo!
Ya tengo los ingredientes: castañuelas, ilusión y un profesor cadicense portador de un salero y una simpatía que hacen que mis clases sean aún mas estupendas!
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